Salmo por el hombre de hoy 

Autor:  Blas de Otero

 

 

Salva al hombre, Señor, en esta hora horrorosa, 
de trágico destino; 
no sabe a dónde va, de dónde vino 
tanto dolor, que en sauce roto llora. 
Ponlo de pie, Señor, clava tu aurora 
en su costado, y sepa que es divino 
despojo, polvo errante en el camino; 
mas que tu luz lo inmortaliza y dora. 
Mira, Señor, que tanto llanto, arriba, 
en pleamar, oleando a la deriva, 
amenaza cubrirnos con la nada. 
Ponnos, Señor, encima de la muerte. 
Agiganta, sostén nuestra mirada 
para que aprenda, desde ahora, a verte.