El escogio los clavos

Autor: Max Lucado

 

 

Detente en el calvario. 

Pasa tu dedo por el madero y empuja 
el clavo en tu mano. 

Prueba el sabor del vinagre y siente 
el rasguño de una espina en tu frente. 

Toca la aterciopelada tierra, 
humedecida con la sangre de Dios.

Permite que los instrumentos 
de tortura cuenten su historia. 

Escucha mientras te cuentan 
lo que Dios hizo para ganarse
tu corazón.

Mucho se ha dicho 
sobre el regalo de la cruz, pero... 

¿Qué de los otros regalos? 

¿Qué de los clavos y la corona de espinas? 

¿Qué de las vestiduras que se llevaron? 

¿Qué de las vestiduras que le pusieron?

¿Has tomado el tiempo
para abrir estos regalos?

Examinémoslo, ¿sí?

Vamos a desenvolver estos regalos 
de gracia como si lo hiciéramos
por primera vez. 

Y al tocarlos, 
mientras sientes la madera de la cruz y
trazas el tejido de la corona, 
y con tu dedo sientes la punta de la lanza, 
detente y escucha.

Podrías escucharle susurrar... 

Lo hice por ti.