Dios sólo 

Autor:  V. Arteaga 

 

 

Desde esta soledad acumulada
te alzo mi oración hoy suplicante.
Señor, aquí me tienes, esta hora
de abandono de todos y mí mismo.

Tú solo me rodeas, me sostienes, 
me das tu compañía y, sin saberlo, 
no estoy abandonado de ninguno
ni menos aún de mí, porque me amas.
Al mismo tiempo solo y habitado
de Ti y de los demás, yo te suplico
con esta mi oración que Tú me dictas

te busque siempre, Dios; que no me canse; 
que esté junto a mí mismo cuando tenga 
tu sola soledad en mi plegaria. 


Fuente: pastoralsj.org