Mando
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Se debe aprender a obedecer, antes de querer mandar."
El que no sabe obedecer, no sabe mandan ¿Cómo es, que la ,obediencia
prepara al mando? No nos veríamos inclinados a creer que se aprende a
mandar mandando, y que la obediencia conduce al servilismo?
La obediencia voluntaria es uno de los mejores ejercicios para la
energía. Mientras más energía tenga un hombre, mejor podrá dirigir la
voluntad de los demás, es decir, podrá mandar sin necesidad, de hablar
mucho.
El arte de mandar en efecto, reside en la influencia ejercida por una
voluntad fuerte sobre lo que la rodea, en oposición con el débil que
quiere reemplazar con órdenes externas su falta de autoridad interna.
No sabe mandar bien porque antes no se fortaleció ejercitándose en el
dominio de sí mismo. Si ha sabido obedecer, el jefe mandará con más
tino.
No se pedirá la obediencia ciega. "sino una adhesión inteligente".
Nuestro Señor no puede hacer nada con autómatas que, una horas después
de haber gritando "Viva Jesús" gritarán "Viva Barrabas". Lo que El
quiere son corazones, no máquinas.
No queremos solamente fórmulas administrativas o maquinaria,
necesitamos almas; sólo el ama obra sobre el alma; el alma libre sobre
el alma libre.